lunes, 26 de noviembre de 2012

Necesidades Educativas Especiales 

Entre NEE, aparecen situaciones asociadas a discapacidad,  considerada ésta como un déficit de variada índole, físico, intelectual u otro, afecta el aprendizaje del sujeto, así mismo aparecen en el período de escolarización NEE, no asociadas a una discapacidad como es el caso de los TEL y los TEA. Es importante revisar  el cómo estos variados déficit afectan el aprendizaje y de qué modo podemos favorecer su integración al sistema educativo.


Es así que para comprender las NEE se debe, no sólo el comprenderlas, si no también el analizar el marco legal y los tipos de discapacidad por las cuales estas se rigen.

Conceptualización de las necesidades educativas especiales.

Existe una diversidad de definiciones de NEE, pero en términos amplios nos remite al hecho de que todos los alumnos tienen necesidades educativas propias y específicas para poder participar y acceder a las experiencias de aprendizaje, cuya satisfacción requiere una atención pedagógica personalizada.

Pero no todas las NEE dictan de ser una deficiencia, para ellos podemos distinguir dos grupos de necesidades educativas especiales, en las que encontramos:

NEE ASOCIADAS A UNA DISCAPACIDAD
º  Discapacidades por deficiencias sensoriales: sordera y ceguera.
º  Discapacidades motoras.
º  Discapacidades intelectuales.
º  Discapacidades por graves alteraciones de relación y comunicación.

NEE NO ASOCIADAS A UNA DISCAPACIDAD
º Trastornos específicos del aprendizaje, en sus diversas áreas.
º Trastornos Específicos del Lenguaje: Mixtos o Expresivos.



Trastornos Específicos de Aprendizaje


El concepto de trastorno específico de aprendizaje  se refiere a niños o niñas de inteligencia normal que no tienen trastornos emocionales significativos ni limitaciones motoras o sensoriales, pero tienen dificultad para aprender algunas tareas específicas, tales como la lectura o el cálculo matemático, presentada a través de métodos de enseñanza  convencionales.

La dificultad de aprendizaje de la lectura:

La Dislexia: Es el trastorno de aprendizaje más frecuente .Pero un niño disléxico frecuentemente tiene dificultades de aprendizaje en otras áreas tales como la escritura o las matemáticas, o como sucede frecuentemente problemas en el uso del lenguaje oral.
       
El criterio diagnóstico para dislexia más comúnmente aceptado es el de destrezas lectoras descendidas en dos o más años que lo esperado para el curso y edad del niño .Sin embargo este criterio tiende a subestimar la severidad del trastorno en niños de poca edad y cursos inferiores. Además de tomar en cuenta el nivel de rendimiento en lectura, el diagnóstico de dislexia debe basarse en el estilo de lectura que tiene el niño, evaluando el tipo de errores que comete y las estrategias compensatorias a que recurre.
  
La incidencia actual de dislexia es difícil de determinar y depende de las categorías diagnósticas en uso. Las cifras estimadas van entre 5% a 15-20% de la población infantil.
Existe en general una clara asociación  entre dificultades de aprendizaje de la lectura y déficit atencional .Sin embargo, existen niños con trastornos específicos de aprendizaje que se dan en forma relativamente pura. Este grupo se caracterizará por:

                  -   Problemas de atención sólo en el trabajo académico
-      Comportamiento adecuado para la edad
-      Habilidades para la lectura y matemáticas por debajo de lo esperado para su edad y
     capacidad intelectual.


Las necesidades educativas especiales


La conducta hiperactiva tiende a atenuarse, según lo que señala la literatura al respecto, al pasar la edad de maduración de las personas, sin embargo estudios posteriores han demostrado que las personas diagnosticadas con DA con o sin hiperactividad, mantienen a lo largo de su vida adulta ciertos rasgos de estos déficit en un nivel menos acentuado. No obstante, hay otras situaciones conductuales que son inherentes a los déficit atencionales,  tales como la impulsividad y la labilidad. Son estas expresiones conductuales que muestran desadaptación y que interfieren en los aprendizajes escolares, muchas veces de manera significativa y más profusamente que un TEA propiamente tal.

La Impulsividad y Labilidad atencional

Impulsividad
Se manifiesta claramente en el estilo conductual del menor, en que a menudo actúa sin pensar y le cuesta anticipar las consecuencias de su conducta, entra en conflictos con su grupo porque frecuentemente no respeta los turnos en juegos o en situaciones de grupo. En su trabajo escolar, tiene excesivos cambios de una actividad a otra, con dificultad para organizar su trabajo y necesidad de mayor supervisión de adultos.

Labilidad atencional
Se expresa  como dificultad en cualquier labor que requiera de atención sostenida .Esto significa dificultad para concentrarse y perseverar en tareas escolares y también en situaciones de juego. Estos niños a menudo parecen no escuchar.