lunes, 26 de noviembre de 2012


Las necesidades educativas especiales


La conducta hiperactiva tiende a atenuarse, según lo que señala la literatura al respecto, al pasar la edad de maduración de las personas, sin embargo estudios posteriores han demostrado que las personas diagnosticadas con DA con o sin hiperactividad, mantienen a lo largo de su vida adulta ciertos rasgos de estos déficit en un nivel menos acentuado. No obstante, hay otras situaciones conductuales que son inherentes a los déficit atencionales,  tales como la impulsividad y la labilidad. Son estas expresiones conductuales que muestran desadaptación y que interfieren en los aprendizajes escolares, muchas veces de manera significativa y más profusamente que un TEA propiamente tal.

La Impulsividad y Labilidad atencional

Impulsividad
Se manifiesta claramente en el estilo conductual del menor, en que a menudo actúa sin pensar y le cuesta anticipar las consecuencias de su conducta, entra en conflictos con su grupo porque frecuentemente no respeta los turnos en juegos o en situaciones de grupo. En su trabajo escolar, tiene excesivos cambios de una actividad a otra, con dificultad para organizar su trabajo y necesidad de mayor supervisión de adultos.

Labilidad atencional
Se expresa  como dificultad en cualquier labor que requiera de atención sostenida .Esto significa dificultad para concentrarse y perseverar en tareas escolares y también en situaciones de juego. Estos niños a menudo parecen no escuchar.


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