Las necesidades
educativas especiales
La conducta hiperactiva tiende a atenuarse,
según lo que señala la literatura al respecto, al pasar la edad de maduración
de las personas, sin embargo estudios posteriores han demostrado que las
personas diagnosticadas con DA con o sin hiperactividad, mantienen a lo largo
de su vida adulta ciertos rasgos de estos déficit en un nivel menos acentuado.
No obstante, hay otras situaciones conductuales que son inherentes a los
déficit atencionales, tales como la
impulsividad y la labilidad. Son estas expresiones conductuales que muestran
desadaptación y que interfieren en los aprendizajes escolares, muchas veces de
manera significativa y más profusamente que un TEA propiamente tal.
La Impulsividad y Labilidad
atencional
Impulsividad
Se manifiesta claramente en el
estilo conductual del menor, en que a menudo actúa sin pensar y le cuesta
anticipar las consecuencias de su conducta, entra en conflictos con su grupo
porque frecuentemente no respeta los turnos en juegos o en situaciones de
grupo. En su trabajo escolar, tiene excesivos cambios de una actividad a otra,
con dificultad para organizar su trabajo y necesidad de mayor supervisión de adultos.
Labilidad atencional
Se expresa como dificultad en cualquier labor que
requiera de atención sostenida .Esto significa dificultad para concentrarse y
perseverar en tareas escolares y también en situaciones de juego. Estos niños a
menudo parecen no escuchar.
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